En la esquina del Jirón Callao, se ve a un costado el Portal de los Botoneros, con sus antiguas casonas coloniales de 2 pisos, luciendo una fila corrida de balcones. Por los techos se aprecia el campanario de la Iglesia de La Merced en el Jirón de la Unión. Al otro extremo está el Portal de Escribanos, con sus antiguos balcones coloniales mirando a la Plaza Mayor.
Durante el Gobierno del Mariscal Castilla, se hicieron una serie de obras públicas, que fueron transformando la ciudad. La Plaza Mayor que por varios siglos se había mantenido con tierra afirmada, lo que levantaba mucha polvareda, fue reconstruida y redecorada con empedrados y corredizos. Se le diseñaron jardines y pusieron árboles y sus centenarias acequias fueron canalizadas. Se pusieron 10 estatuas de marmol de Carrara, las que se distribuyeron por toda la plaza. Se le pusieron banquetas y la Plaza se convirtió en un paseo favorito, para los limeños.
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